Capítulo 03
10.
—No puedo hacerlo. La casa de este humilde oficial es simple y tosca. Temo ofender al Noveno Príncipe—dijo Yan-daren.
Por un momento, Xiao Wangye no dijo nada.
De hecho, las palabras de Yan-daren fueron demasiado modestas. Los antepasados de la familia Yan eran todos ministros importantes de la casa imperial. Su padre, el viejo Yan-daren, se retiró de su puesto hace muchos años y envió a su único hijo al palacio para continuar su lealtad a la casa imperial.
La residencia Yan no era de ninguna manera simple y tosca. Incluso se podría decir que tiene muchos bienes familiares. No debería ser un problema para un príncipe quedarse a pasar la noche.
Pero Yan-daren todavía sentía que era inapropiado e insistió en enviar a Xiao Wangye de regreso al palacio.
Xiao Wangye no estaba dispuesto y no soltó el pilar carmesí de la puerta.
Yan-daren frunció el ceño y le dolía la cabeza por no saber qué hacer.
En ese momento, el viejo mayordomo abrió la puerta y salió. Él sonrió y dijo.
—No es de extrañar que escuché a alguien hablar. Resulta que Daren ha regresado. Oh, ¿quién es este xiao gongzi¹?
Yan-daren dijo con cara seria:
—Lo recogí.
Xiao Wangye hizo un puchero, lo criticó un poco en su corazón y murmuró para sí mismo.
—¿Dónde podrías recoger a alguien tan lindo como yo?
Pero el viejo mayordomo se lo tomó en serio. Pensó en cuál pequeño shaoye² de la familia se había perdido, mientras le daba una cálida bienvenida a Xiao Wangye.
Para Yan-daren fue demasiado tarde para detenerlo, por lo que no tuvo más remedio que ordenar a los sirvientes que arreglaran la habitación de invitados para Xiao Wangye. Planeaba llevarlo de regreso al palacio mañana por la mañana.
11.
Xiao Wangye ya era mayor, pero era la primera vez que pasaba la noche fuera del palacio. Estaba tan emocionado que miró alrededor de la casa de este a oeste. Para divertirse, felizmente corrió a un armario para jugar al escondite.
Pero luego, pensando que nadie vendría a buscarlo, se aburrió y se salió.
En resumen, no tuvo nada de sueño incluso hasta la tercera guardia nocturna³.
Su habitación estaba junto a la de Yan-daren. Solo había una pared entre ellos. El insomne Xiao Wangye llamó a la puerta de Yan-daren.
Yan-daren aún no se había dormido. Estaba apoyado en la cabecera de la cama y estaba profundamente absorto mirando un colgante de jade. Después de escuchar el golpe, se levantó y abrió la puerta.
Yan-daren ya se había quitado la túnica exterior que usaba durante el día. Ahora, solo llevaba una delgada prenda interior, que delineaba claramente su delgada cintura y las líneas musculares de su pecho.
Al ver esta escena, Xiao Wangye que estaba fuera de la puerta, tragó inconscientemente.
Yan-daren parecía haberse irritado y había un poco de molestia en su voz.
—¿Qué más necesita el Noveno Príncipe?
Xiao Wangye se encogió y preguntó en voz baja.
—No puedo dormir. ¿Yan-gege puede dormir conmigo?
Yan-daren amenazó.
—¡Si no puedes dormir, vuelve al palacio!
Tan pronto como Xiao Wangye escuchó esto, rápidamente corrió a la habitación de invitados y cerró la puerta con fuerza.
Xiao Wangye se recostó en la cama con los ojos cerrados, su pequeño corazón latiendo con fuerza. Sintió que Yan-daren en ese momento era un poco feroz.
Pero a pesar de que era feroz, todavía era guapo, pensó Xiao Wangye.
Al pensar en esto, la imagen en su mente cambió involuntariamente al poderoso cuerpo de Yan-daren envuelto en ropa, y luego pensó en la sensación de ser sostenido en sus brazos durante el día.
El corazón de Xiao Wangye de repente latió más rápido. No solo su cara estaba ardiendo, la parte inferior de su cuerpo también estaba comenzando a elevarse con una sensación extraña.
12.
Cuando despertó a la mañana siguiente, Xiao Wangye descubrió que sus pantalones estaban empapados y algo pegajosos.
Aunque Xiao Wangye no sabía qué era, de todos modos, no era algo decente. Así que se sonrojó y simplemente se arregló allí, sin atreverse a dejar que la sirvienta de la Residencia Yan lo atendiera y se cambiara de ropa.
Después de que terminó de arreglarse, la puerta se abrió. Yan-daren ya estaba esperando fuera de la puerta de la habitación.
—El palanquin ya ha sido preparado para el Noveno Príncipe. Podemos partir en cualquier momento.
Yan-daren ya había recuperado su compostura habitual, ya no estaba tan irritable como la noche anterior.
Sin embargo, los ojos de Xiao Wangye estaban nerviosos y él no se dio cuenta de esto. Pasó rápidamente junto a Yan-daren y rápidamente se subió al palanquín.
Yan-daren había preparado tres impulsos y cuatro solicitudes⁴, pero en este momento, ninguno de ellos podía utilizarse. Se sorprendió de lo bien que fueron las cosas.
¹una forma de referirse a un hijo de un funcionario. En otras novelas, esto se trata como sinónimo de 少爷 (shaoye), que es lo que realmente significa "joven maestro".
² Joven maestro.
³tercero de los cinco períodos de vigilancia nocturna; 23:00-01: 00
⁴Significa: Pedir y suplicar.
